San Salvador, 31 oct (PL) Una segunda caravana de emigrantes salvadoreños partió hoy hacia Estados Unidos, pese a las advertencias gubernamentales sobre los riesgos del camino y las pocas garantías de ingresar a su destino.
Poco antes del amanecer un centenar de personas que pernoctó en la plaza del Salvador del Mundo salió a pie con rumbo a la frontera con Guatemala, cruzada hace dos días por un primer grupo que también aspira a llegar a Norteamérica.
Al igual que el grupo anterior, los integrantes de esta caravana alegan que huyen de la amenaza de las pandillas y en busca de mejores opciones económicas, aunque encaran la amenaza de deportación lanzada por Washington.
El Gobierno de El Salvador respeta el derecho de las personas a emigrar, y se limita a verificar que porten la documentación requerida y a insistir sobre los peligros de la emigración irregular, sobre todo para los menores de edad.
En el grupo que avanzó este miércoles por el bulevar Monseñor Romero hasta la carretera a Los Chorros habían varios niños menores de 10 años de edad, los más vulnerables en una travesía llena de imprevistos y amenazas.
Evelyn Marroquín, directora de Migración y Extranjería, llamó a la ciudadanía a estar consciente de los riesgos que asume, pues ya las autoridades detectaron a varios «coyotes» (traficantes de personas) entre los caravanistas.
Por lo pronto, el asunto es manipulado en redes sociales, en las cuales se multiplica la cantidad real de salvadoreños sumados a esta segunda caravana, y el fenómeno es amplificado con fines electorales, para vender la idea de Estado fallido.